lunes, 24 de enero de 2011

La Invernal de Motorland

Después de mucho tiempo sin escribiros, y ahora que ya tengo una conexión a internet decente, aquí os dejo mi crónica sobre "La I Invernal de Motorland" ;-)

Es 23 de enero de 2011, el despertador suena a las 6:45 en Bordón para los miembros de los equipos de ZaragozaRoller que estamos allí, para los que salen de Zaragoza hace ya tres cuartos de hora que ha sonado.

Nos levantamos con pereza y en seguida surge la pregunta de parte de nuestra compañera Luzía: - ¿Pero qué necesidad tenemos nosotros de darnos este madrugón un domingo por la mañana para ir a pasar frío patinando? – En el fondo todos sabemos que tiene razón.

Llega el momento de subir a los coches, están congelados, 10 minutos para poder ver algo a través del parabrisas. Llamamos a Sonia, que va de acompañante en el coche que viene desde Zaragoza, avisamos de que llevamos retraso.

Salida de Bordón, carretera parcialmente helada, no hay placas, pero el suelo está deslizante y hay que ir con cuidado. Llegamos a alcanzar los -12ºC.

A la altura de Mas de las Matas se acaba el hielo y podemos circular a la velocidad de la carretera. Llaman Jorge y Sonia, están en el punto de encuentro. Llamada al coche nº2 de la ruta Bordón-Alcañiz, ¿a qué hora acababan las inscripciones? , no vamos a llegar, que el coche que ya está en el punto de encuentro se adelante y las vaya haciendo.

Llegamos a Motorland a -7’5ºC, aparcamos en zona de paddocks y acudimos al encuentro de nuestros compañeros. Ya estamos todos reunidos.

Nervios, desubicación, logística… Saludamos a los amigos patinadores de otros lugares a los que ya conocemos, llaman a todos los participantes a hacer una foto en pista, pero nadie sabe dónde está la cámara. La megafonía no se oye demasiado salvo desde ciertos puntos de la pista.

Dan la salida, nosotros aún estábamos esperando la foto, Jam se estaba atando los patines, se le rompe un cordón, sale Jorge en su lugar por el equipo ZaragozaRoller Land, por el equipo ZaragozaRoller Motor sale Iguel.

Mientras nuestros compañeros corren le hacemos un apaño al cordón del patín de Jam, nos dicen que los relevos se hacen al otro lado de la pista, que si queremos podemos llevar las cosas allí. Comenzamos el traslado: Ropas, avituallamiento, sillas, mantas… Parece que está todo.

Espero mi relevo junto a Jam, que espera el suyo. Llegan Jorge e Iguel juntos, la mar de apañaos, nos dan el relevo. Le digo adiós a Jam, que se va por delante, la noche con unas décimas de fiebre hace que sepa que no debo esforzarme en exceso.

Subida interminable, llano en medio con avituallamiento y vuelta a subir… esta cuesta no se acaba nunca… ¡ah sí! Termina en el famoso sacacorchos…, dos curvas seguidas muy cerradas con bastante pendiente… ahora entiendo por qué se la pegaban aquí las motos en las carreras de motoGP. Vuelta a subir… ¿pero es que no existe aquí el llano? Pues va a ser que no… Curva en bajada y la famosa recta de Motorland, en la que se baten récords de velocidad en motoGP, ni loca me dejo caer toda la cuesta, que lo mismo se me deshacen los rodamientos… (hay quien se atreve, yo para las cuestas no valgo…), la curva final está un poco más adelante que en motoGP, supongo que en parte para facilitar que los que vamos sobre ruedas controlemos más la velocidad. De nuevo una subida para celebrar que llegas a la recta final, cuesta arriba parece que falten kilómetros para llegar, pero no, ahí está el punto de control del chip, paso los dos baches, Sonia me espera celebrando una fiesta porque ya pensaba que no llegaba… No sabe lo que le espera por delante. Le doy el relevo y le digo: -¡Todo tuyo!

Me voy a la zona de descanso, necesito ya una manta y beber líquido. Luzía hace rato que ha salido, la esperamos con inquietud. Llega exhausta, con ataque de asma incluido. Llamamos al equipo de apoyo (Green_girl y Beto), nos traen su inhalador del coche y torta de azúcar de Bordón, ¡cuánto les queremos en este momento!

A estas alturas yo ya me estoy planteando si seguir corriendo, la cafetería resulta tentadora… Llega Sonia, le da el relevo a Iguel, jura que ya no corre más, ha venido por solidaridad hacia el equipo, que tiene poca gente, pero no está dispuesta a sufrir de esta manera. Ha gastado un freno entero en una vuelta y no sabe si lo que le queda será bastante para otra vuelta más.

Me decido a dar una vuelta más, quiero grabar el circuito en vídeo, les digo a las chicas que cuando vuelva voy a tomar algo en la cafetería, ellas se ofrecen a acompañarme “desinteresadamente”… De las 4 horas y media de carrera a mí me correspondía una hora y media, decido que si esta vuelta me cuesta una hora no pasa nada, total, sólo he gastado 20 minutos…

Cojo el relevo de Iguel y me dispongo a dar la vuelta tranquilamente, con la cámara en la mano y comentando el circuito y la carrera, saludo al avituallador, él responde a mis preguntas, hace frío, el agua se te congela en los labios. En mitad de la bajada del sacacorchos descubro que se ha apagado la cámara, paro en el piano y reinicio, la voluntaria del coche de asistencia sale corriendo a ver si necesito algo, le digo que no, que estoy reiniciando la cámara, continúo la bajada, entrevisto a la gente que me adelanta y sigo patinando hasta el final, la vuelta me ha costado media hora. Al llegar veo que mis compañeros no tomarán el relevo.

Ha habido reestructuración de equipos, fichajes de invierno y cambio de zonas de carrera. ZaragozaRoller Motor pasa a ser ZaragozaRoller Motor-Cafetería, con la ayuda del patrocinio del bar de circuito, y patinará sin ruedas en zona con calefacción, piscolabis y bebidas. Hemos fichado a Luzía para colaborar en la causa y hemos vendido a Iguel al nuevo equipo ZaragozaRoller Land-Nosotros-no-paramos-por-nuestra-dignidad. Creemos que lo que mueve a este equipo es algo de lo que hemos oído rumores… lo llaman “orgullo masculino”.

Decido que si luego tengo ganas me echaré alguna vuelta más, total, aún quedan más de dos horas de carrera.

Dejamos a los chicos luchando por la dignidad de la asociación y nos vamos a zonas menos frías a disfrutar de un aperitivo. Green_girl y Beto se han ido a ver el circuito en una de las furgonetas dispuestas para ello, han tenido suerte, les ha tocado en un grupo que conoce a alguien importante y se cuelan a ver la cabina de control del circuito. Cuando vienen estamos tomando café con la agradable compañía de la familia de Jorge, que han estado ahí a las duras y a las maduras. Nurita ha decidido que Sonia es un buen lugar en el que dormir y Jorgito se muere de envidia por ir a dar una vuelta en la misma furgoneta que han ido Green_girl y Beto, convence a Nuria y Lucía para ir y se ponen en marcha.

Entre tanto he tenido varios ataques de tos, suena a tos de perro, a pesar de que me apetece decido que no me conviene dar otra vuelta por el bien de mi salud.

Me voy a grabar vídeo desde la terraza del circuito, las vistas son espectaculares.

Bajo a la zona de relevos, recojo los patines para llevarlos al coche, así evito la tentación.

De vuelta en la zona de relevos ha llegado el momento de animar a los chicos de nuestro equipo, que están ahí dándolo todo. Sólo falta por llegar Jorge y darle el relevo a Iguel. Jam dice que no le da tiempo a dar otra vuelta y se quita los patines. Convenzo a Iguel para que se lleve la cámara de vídeo y me grabe la vuelta, puesto que la mía se ha cortado, se la lleva y graba la vuelta desde su perspectiva.

Llega a la zona de relevos, aún quedan 10 minutos de carrera pero nadie le coge el relevo, para nosotros ha terminado la carrera, ya hemos sufrido bastante, hemos descubierto que en el Infierno de Motorland no se arde, te congelas… Así que decidimos ponernos en marcha y comer por el camino. No nos quedamos a los podios, estamos tan cansados que sólo queremos meternos en los coches con la calefacción a tope. De camino a los vehículos Jorge devuelve los chips y los demás cogemos avituallamiento para el camino.

Paramos en Híjar, una rápida consulta en la gasolinera nos dirige hacia un restaurante llamado El Calvario, 15 euros el menú y una comida buena, abundante y excelentemente presentada.

Tras la sobremesa nos ponemos en marcha, cada uno a su casa y todos a descansar, puede que para mí no haya sido un esfuerzo intenso, pero resistir al frío también ha sido agotador.

Comentando el día en el coche llegamos a varias conclusiones:

- Necesitamos prepararnos para la próxima.

- La organización ha estado muy bien (aunque no se controlaba mucho quién entraba y salía de pista).

- Nos ha gustado el circuito (a pesar de su exigencia técnica).

- Nos ha gustado el sitio para comer.

- ¡Nos lo hemos pasado genial a pesar de la meteorología!


Así que aunque el infierno está en Alcañiz, visitarlo de vez en cuando merece la pena. ;-)

 
Copyright 2009 Apatinando la ciudad.... Powered by Blogger
Blogger Templates created by Deluxe Templates
Wordpress by Wpthemesfree